El flujo vaginal es una parte normal del ciclo menstrual y el color y la consistencia cambian a lo largo del mes. Sin embargo, según el color el flujo puede indicar una afección subyacente:

Blanco: generalmente, el flujo de color blanco es normal. Sin embargo, si tienes flujo vaginal espeso, blanco y grumoso, esto puede ser una señal de una infección vaginal por hongos.

Amarillo o verde:  puede ser una señal de una infección bacteriana o una infección de transmisión sexual.

Rojo o marrón: muchas veces, puede suceder justo antes o después de tu periodo. También puede ser una señal de un ciclo menstrual irregular o incluso de la menopausia. En algunos casos, puede ser un síntoma de algo más grave, como una infección o cáncer de cuello uterino.

Gris: puede ser una señal de una vaginosis bacteriana, especialmente si el flujo es espumoso o tiene un olor fuerte a pescado.

Rosado: el flujo vaginal rosado puede ser causado por irritación vaginal después del sexo o por una infección u otra condición médica. En algunos casos, puede ser una señal temprana del embarazo.

Aun así, si tienes dudas sobre el tipo y el color de tus secreciones vaginales, lo mejor es que acudas a tu ginecólogo y que él te realice las pruebas necesarias para determinar si es algo natural o se trata de algo más.